Se dice que cuando alguien nos falla y no le perdonamos, es como andar con un muerto en nuestras espaldas.
Y es cierto.
Cuantas veces te has topado en el camino personas que fueron tan heridas, que su corazón se llena de amargura y van repartiendo hiel por todo lado?? La amargura es el olor que el muerto que llevamos en nuestras espaldas expide.
De ello me he dado cuenta a lo largo de mi vida. Mas de una vez tuve que oler el aroma de mis amarguras. Llevaba muchos muertos en mis espaldas. No me daba cuenta que, las personas se alejaban por que mis amarguras olian terribles.
Cada uno de esos muertos representaba a todas las personas que de una u otra manera me habian herido: Mi papá que nos habia abandonado y no se habia vuelto a acordar que tenia 4 hijos que lo necesitaban, aquel amor adolescente que me habia cambiado por otra mujer, aquellos hombres que por lo único que me buscaban era por obtener algo mas que mi amor o mi amistad, aquella persona que dijo cosas terribles de mi, aquel que me ofendió.
Un dia alguien me dijo que yo tenia que perdonar y para sanar mi corazon tenia que anotar en una hoja cada una de las heridas que las personas me habian hecho, aunque a mis ojos fuera insignificante.
Que difícil…. Nunca me habia costado tanto escribir en un papel.
Ello significaba que tenia que abrir mi corazón y buscar en todos aquellos lugares que yo habia cerrado con llave.
Poco a poco, el papel se fue llenando. La lista se hacia cada vez mas grande.
Me costaba reconocer heridas y ofensores, por que no queria admitir los daños que me habian hecho. Que dolor.
Luego me dijeron que tenia que perdonar a cada una de esas personas.
El dolor de recordar me hizo un puño el corazon. Quise volver a cerrar la puerta. No iba a exponerme. No iba a sacar mis muertos., no queria verlos, no queria. Le pedí ayuda y fortaleza a Dios. El me la dio, con Su amor, me fue ayudando a sacar todo ese veneno de mi corazon, toda la amargura.
Poco a poco fui descargando mis muertos. Y a medida que iba quitandolos de mis espaldas, me sentia mas liviana. El proceso dolia, cansaba, pero iba notando los resultados.
No sabia que tenia tantas cosas por perdonar.
No sabia que habia llevado en mis espaldas tantos muertos, tantas amarguras.
Lloré, descargue tanto dolor que no habia querido reconocer.
Pero saben?? Al terminar mi proceso… pude sonreir como hacia tanto tiempo no lo habia hecho. Le di sepultura a mis muertos. Mis heridas sanaron. Y soy libre de mis ataduras
Es cierto, las cicatrices quedaron. Pero ya no duelen. Ellas solo son un recuerdo que soy humana y tengo corazon.
Y es cierto.
Cuantas veces te has topado en el camino personas que fueron tan heridas, que su corazón se llena de amargura y van repartiendo hiel por todo lado?? La amargura es el olor que el muerto que llevamos en nuestras espaldas expide.
De ello me he dado cuenta a lo largo de mi vida. Mas de una vez tuve que oler el aroma de mis amarguras. Llevaba muchos muertos en mis espaldas. No me daba cuenta que, las personas se alejaban por que mis amarguras olian terribles.
Cada uno de esos muertos representaba a todas las personas que de una u otra manera me habian herido: Mi papá que nos habia abandonado y no se habia vuelto a acordar que tenia 4 hijos que lo necesitaban, aquel amor adolescente que me habia cambiado por otra mujer, aquellos hombres que por lo único que me buscaban era por obtener algo mas que mi amor o mi amistad, aquella persona que dijo cosas terribles de mi, aquel que me ofendió.
Un dia alguien me dijo que yo tenia que perdonar y para sanar mi corazon tenia que anotar en una hoja cada una de las heridas que las personas me habian hecho, aunque a mis ojos fuera insignificante.
Que difícil…. Nunca me habia costado tanto escribir en un papel.
Ello significaba que tenia que abrir mi corazón y buscar en todos aquellos lugares que yo habia cerrado con llave.
Poco a poco, el papel se fue llenando. La lista se hacia cada vez mas grande.
Me costaba reconocer heridas y ofensores, por que no queria admitir los daños que me habian hecho. Que dolor.
Luego me dijeron que tenia que perdonar a cada una de esas personas.
El dolor de recordar me hizo un puño el corazon. Quise volver a cerrar la puerta. No iba a exponerme. No iba a sacar mis muertos., no queria verlos, no queria. Le pedí ayuda y fortaleza a Dios. El me la dio, con Su amor, me fue ayudando a sacar todo ese veneno de mi corazon, toda la amargura.
Poco a poco fui descargando mis muertos. Y a medida que iba quitandolos de mis espaldas, me sentia mas liviana. El proceso dolia, cansaba, pero iba notando los resultados.
No sabia que tenia tantas cosas por perdonar.
No sabia que habia llevado en mis espaldas tantos muertos, tantas amarguras.
Lloré, descargue tanto dolor que no habia querido reconocer.
Pero saben?? Al terminar mi proceso… pude sonreir como hacia tanto tiempo no lo habia hecho. Le di sepultura a mis muertos. Mis heridas sanaron. Y soy libre de mis ataduras
Es cierto, las cicatrices quedaron. Pero ya no duelen. Ellas solo son un recuerdo que soy humana y tengo corazon.
La sensación de libertad que siento cuando me quito la pesada capa de críticas, miedo, culpa, resentimiento y vergüenza, es demasiado sublime. Entonces puedo perdonarme a mi y perdonar a los demás. Eso nos deja libres a todos.
Algunas veces deseamos castigar a la persona que te hirió, y la castigas con tu indiferencia, con tu odio, pero quienes salen más castigados somos nosotros mismos y para liberarnos es necesario renunciar a esos sentimientos dolorosos que no son nuestros, y hay que dejarlos ir.
Se que hay heridas profundas… sangrantes… El abuso fisico, el abandono, la violencia, las palabras hirientes duelen. Es es difícil de perdonar. Pero debemos recordar que a los muertos hay que sepultarlos, no llevarlos en nuestras espaldas.
Aunque te sea difícil… aunque te duela… aunque esa persona no lo merezca… PERDONA, por tu propio bien… PERDONA
Algunas veces deseamos castigar a la persona que te hirió, y la castigas con tu indiferencia, con tu odio, pero quienes salen más castigados somos nosotros mismos y para liberarnos es necesario renunciar a esos sentimientos dolorosos que no son nuestros, y hay que dejarlos ir.
Se que hay heridas profundas… sangrantes… El abuso fisico, el abandono, la violencia, las palabras hirientes duelen. Es es difícil de perdonar. Pero debemos recordar que a los muertos hay que sepultarlos, no llevarlos en nuestras espaldas.
Aunque te sea difícil… aunque te duela… aunque esa persona no lo merezca… PERDONA, por tu propio bien… PERDONA
Perdonar es el valor de los valientes.
Solamente aquel que es bastante fuerte
para perdonar una ofensa, sabe amar.
El perdón es el agua que extermina los incendios del alma.
El odio es el veneno de nuestro corazón, el perdón su cura.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
17 dejaron su huella:
Es verdad, el perdón es necesario. Pero a veces es muy dificil dar el brazo a torcer y rectificar nuestras actitudes. Un saludo.
HOLA graxias por pasar por mi blog..
ahora tu blog maestra!!je
por lo pronto ya estas linkeada
bye besos
Que bonito!!!! perdonar??? qué difícil... que duro... yo no se hasta que punto pudiera perdonar a quién... solo el tiempo lo dirá
Mil besitos
que verdades dices con tu escrito,es tan difícil perdonar y curarse de las heridas, sería genial poder enterrar todos los muertos y sanar, no del todo pero al menos que no duela tanto... cariños para ti...
En mi país tenemos un grito:
No hay perdón, ni olvido.
Y yo no perdono gratis, no porque no tenga el deseo de hacerlo. Sino por que no se le puede mal enseñar a la gente a obtner cosas que no se han ganado.
Amnistía significa hasta que no haya memoria d ela ofensa.
Saludos.
Totalmente de acuerdo... hay que predonar y olvidar...el odio solo nos hace mal a nosotros mismos...
Saludos
totalmente de acuerdo y te prometo que lo practicare tengo mucho que perdonar en mi vida....y ojala que tambien me perdonen...
saludos
Perdonar, se perdonar... pero olvidar... ¿se olvida?
Saludos.
No sabes que razon tienen tus palabras. Ciertamente uno lleva un saquito a cuestas que cada vez se va llenando mas y mas de basura y nos pesa es a nosotros mismos.
Necesitaba leer esto hoy. Muchas gracias por siempre pasar a curiosearme.
Jose Carlos: Cierto, es algo necesacio
Rolando: Muchas gracias por tu visita.
Carlota: Si es dificil, pero que rico se siente, una vez que lo has hecho
Mini: Gracias por tus palabra y por tus visitas de siempre.
Alberto: Recuerda que tambien nosotros fallamos, y mas de una ocasion necesitaremos que alguien nos perdone.
Maie: si, es un mal que solo a nosotros nos envenena.
Jose Luis: Si, yo tambien espero que me perdonen a mi los males que yo haya hecho.
Nosotras mismas: El asunto del perdon es como una herida. Cuando duele, es por que hay infeccion. Cuando está sana, ya no duele. LA cicatriz siempre ira con nosotros, pero aunque la toques, ya no duele. No es un remedio mágico, que perdonas y ya no queda ni la cicatriz. Siempre te acordarás, pero ya no te dolerá.
Curiosa: Me alegra mucho que te haya servido para tu vida. Para eso esta mi blog. Para ayudar a los demas.
HOLA
QUE BUEN TEXTO MARAVILLOSO
SABES PARA PERDONAR HAY QUE OLVIDARY ACEPTAR
LINDO POST UN BESO Y FLORES
Asi es Heidy, pero cuando he fallado me roto el alma tratando de arreglar mi error.
No creo en la perfección y tampoco me creo perfecto me he equivocado, y me equivocare a futuro.
Pero si algo he aprendido, es que el perdón nunca debe ser gratis o sin esfuerzo.
En especial con los recurrentes.
Fernando: Claro, el perdonar un agravio no significa via libre para la otra persona de volver a fallarnos deliberadamente.
Hay una gran diferencia entre el perdon y el consentir el agravio.
Si alguien traició mi confianza, le puedo perdonar, pero no significa que la relacion vuelva a ser igual
PERDONAR ES COMO CURARSE UNA HERIDA PERO EN ESA HERIDA QUEDARA UNA CICATRIZ..
es ciero el rencor es uno de los peores sentimientos y es el que más daño se hace uno...
buen texto...
cariños
bye
perdonar es divino, pocas cosas no tienen perdon, el rencor no sirve, no?
Que gráfica la imagen de llevar los muertos a las espaldas... que el olor te invada y que los demás lo sientan... Esa amargura... ese dolor... es raro, creo que uno se acostumbra a todo... Hay gente que ya se acostumbró a llevar esa carga y ese olor. Perdonar... no es para nada sencillo. Es lograr recordar las cosas que pasaron y no tener dolor. Es super complicado. Yo no sé... he tenido momento en los que he querido vengarme pero la verdad, muy dentro de mi no lo quiero hacer y lo evito... La vida se encarga de que cada quien reciba su merecido, lo mejor es amar y perdonar a los demás...
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