Un hombre... un tanque

Tal vez aquel 5 de junio de 1989 era un día ordinario para él. Quizás salía de su trabajo, y pasó al supermercado a comprar la leche y la carne que su esposa le encargó. Quizás hasta le compró a sus hijos algunas golosinas.

Puede que el camino hacia su casa fuera largo y cansado, pero eso no lo detuvo para sentirse indignado al ver aquellos gigantescos tanques de guerra cerca de la plaza.

Cruzaba aquella larga calle, cuando sintió como hervía  la sangre en sus venas,  y sin pensarlo, se detuvo a mitad de la calle, tomó la valentía como escudo y decidió enfrentarse a aquellos monstruos de metal. Su coraje fue el ancla que lo mantuvo de pie, sin vacilaciones. El tanque se detuvo... El agitó su mano que sostenía una de las bolsas y con fuerza hizo un ademán pidiendo a los tanques que se fueran.

Siguió inmóvil. Ese enemigo no lo iba a mover, no se iba a dejar amedrentrar por las balas que podría recibir. Y cuando vio que el tanque lo iba a evadir, su corazón rugió y con más fuerza corrió a ponerse nuevamente al frente del tanque, agitando las manos con sus bolsas.

Aquello que le latía en su pecho lo impulsó a subirse al tanque, tal vez para gritarle a sus ocupantes, tal vez para persuadirlos, lo cierto es que no sabremos nunca cuales fueron las palabras que este desconocido profirió.

Aquello no fue suficiente para convencer a los tanques de retroceder y él, una vez más, volvió a ponerse frente al tanque. El sabía de que estaba hecho y era de algo más fuerte que el hierro...

Unos hombres lo sacaron rápidamente de escena y tal vez, impotente, emprendió el camino a su casa, aún con la sangre agitada y con las ganas de arrebatarles a aquellos gigantes las ganas de reprimir a los estudiantes que protestaban contra el régimen dictador de China. Tal vez corrió a su casa y se refugió en los brazos de su esposa, mientras la impotencia bajaba por sus mejillas en forma de gotas que salían de sus ojos...

Hasta hoy vi el video completo, y debo decir me emocioné hasta las lágrimas ante la valentía y tenacidad de este hombre. Quisiera tener esas agallas para pelear siempre contra los gigantes. No retroceder ni claudicar. Simplemente mantenerme anclada, de pie, con la frente en alto, gritando a todo pulmón "Fuera!!!!"



1 dejaron su huella:

Terox dijo...

Y siempre nos quedará la duda... ¿quién era? ¿qué pensaba? ¿dónde está ahora?