3 personas, 3 lecciones diferentes

En un solo día, 3 diferentes personas me dejaron una gran lección. Todo pasó el ayer martes, mientras viajaba hacia mi trabajo y luego de regreso a mi casa.

El primero fue un indigente que pedía dinero en una esquina. Un señor alto, no era muy viejo, pero llevaba barba greñuda, su cabello largo amarillento y sucio. Caminaba encorvado. Pasé al lado de él conteniendo la respiración, por que sus ropas harapientas denotaban el mal olor. Al pasar a su lado, experimenté un sentimiento de compasión por ese señor. La parte posterior de su cuerpo estaba totalmente descubierta. El trataba de cubrirse con los jirones de sus harapos, pero no lo lograba. Y aunque yo contuve la respiración, era evidente que habían rastros de excremento impregnados en su piel.  No pude dejar de pensar la miseria humana en la que él había caído… Será culpa de su vicio? Será el fruto de sus malas decisiones? Pudo haber salido de ese mundo, pero tal vez no fue lo suficientemente valiente o no quiso, o rechazó toda ayuda que le brindaron y se dejó abandonar en un abismo donde no pudo salir más. Hay caminos que uno NUNCA debería tomar.... Que terrible llegar a ese estado tan deplorable….

La segunda persona fue un viejito, que caminaba despacito, despaciiiito. No movía su pie mas allá de 5 centímetros. Se notaba un paso inseguro, temeroso. Al irme acercando noté que el señor era ciego, y tenía un palo de escoba de menos de 1 metro de largo que usaba como bastón, el cual no llegaba hasta el suelo, por lo que le dificultaba tantear la superficie del camino y guiarse. Pero para el viejito no era ningun impedimento. El seguía caminando aunque durara mil siglos en llegar a su destino, no se detenía.

La tercera fue una niña,  tambien ciega. Cuando mucho tenía unos 4 o 5 añitos. Iba a cruzar la calle en el paso peatonal junto con sus padres. En sus manos tenía un bastón de ciegos, y a pesar que su papá la iba a tomar de la mano para cruzar, ella le dijo: “Papi, déjeme a mi hacerlo. Yo sé que puedo pasar solita”. Su papá la soltó y con una gran sonrisa caminó junto a su lado.

3 personas tan diferentes entre si.

3 lecciones que aprender.

Están los que toman malas decisiones y se dejan vencer

Están los que, a pesar de sus limitaciones, siguen intentándolo, se mantienen caminando, aunque sea a paso lento.

Están los que no le temen a sus limitaciones y simplemente se lanzan a caminar, porque no dejan que sus limitantes los priven de la aventura de la vida.