Verdad que los perros van al Cielo...? =(

Ella llegó a mi casa, para jamás salir de ella. Ella llegó aquella tarde de de mayo del 2009 de manera literalmente accidental, y aunque nunca estuvo en nuestro planes, terminó formando parte de nuestra familia.

Mi mamá se la encontró hecha un puñito, con una patita quebrada, desnutrida, la piel de su cara en carne viva producto de un atropello, y llena de miedo y temor.

Iba a ser transitoria su estadía, sin embargo, su destino era pertenecer a mi familia. Dos meses después decidimos adoptarla.


Desde entonces ella nos llenó la vida. Nos hizo reir, nos hizo jugar. Me hizo su hermana, su amiga, su doctora, su compañera de juegos. Me hizo entender ese lazo tan inexplicable que nos unió y la hizo ser parte de nosotros.  Que importa que no tuviera pedigree, que importa que su raza no tuviera un nombre caché, ella sabía como hacerme sonreir. Como la vez que entró al cuarto de mi hermana y salió de allí en carrera, por que se había robado un peluchito y lo hizo su juguete preferido.

Más de una vez juraría que me iba a hablar, la veía como intentaba responderme cada vez que yo le preguntaba algo.

Ahora quién me va a poner atención a todas las tonteras y disparates que me ponía a explicarle o contarle? Ahora quien me acompañará al sentarme en la grada para ver el atardecer o la lluvia caer? Quién nos avisará que se acerca la hora de levantarse? La rutina de comer pan no será la misma, sus ojitos ya no se pondrán cuadraditos suplicandome que le de ese manjar favorito.

Su salud se deterioró muy rápidamente, y éstos dos últimos días tenía mucho dolor. Sufrimos junto con ella, nos despertamos en la noche cada vez que ella se despertaba con quejidos muy bajitos. Ya ella sentía su muerte cercana, por que ella quiso abandonar la vida en el rincón más lejano de la casa, supongo que no quería que la viéramos morir. Sin embargo, no la dejamos solita, por que ningún perrito jamás debe morir solo!!!

Mi satisfacción es que ella no murió solita, le dimos un hogar, le dimos el amor que sus antiguos dueños no le dieron cuando la dejaron abandonaba en la calle. Le sanamos sus heridas y la cuidamos lo más que pudimos, a pesar de no tener experiencia alguna en el cuido de mascotas.


Borona, mas conocida como Perris, Perrinixi, Pelucha, Pellis, Petunia ya hoy descansas y no sufres más. Gracias por el amor que nos diste, gracias por robarnos el corazón con aquel primer ladrido. Esa fue la señal divina que pertenecías a nuestra casa. Ya no te tienes que preocupar más por las molestas moscas que tando odiabas... Te cuento un secreto? El "monstruo de los plátanos" no existe, a lo que le gruñias era a la tonta zariguella que se subía a los plátanares. Ya no le tendrás miedo a esos feos y ruidosos carros, ya no pueden hacerte daño.


Descansa en paz mi amada zaguatita. No te olvidaré


Ultima imagen de ella tomada hace unos días atrás 
haciendome ojitos para que le diera pan

5 dejaron su huella:

*°·.¸¸.° Heidy °·.¸¸.°* dijo...

No imaginé lo mucho que dolería decirle adiós a una mascota... pero hoy ya lo entendí...

Julia Hernández dijo...

Leerte me ha emocionado y no sólo porque he recordado la pérdida hace tiempo de una de mis primeras perritas, sino al tener la certeza de que existen personas con gran corazón como usted que hace la diferencia, que ve en esos animalitos bellos, abandonados, temerosos, la ternura y amor que abunda en sus ojitos y llenan de felicidad nuestras casas. Ella nunca se irá permanecerá pegadita a tu corazón y su recuerdo será esa brisa fresca de todas las vivencias que hicieron crecer el sentimiento de amor que juntas
formaron. Un abrazo fuerte!

Irantzu dijo...

Era la más hermosa y seguro que fue también la más feliz en tu casa! Da muchísima pena dejar de tener la presencia de nuestros animalitos amados, te entiendo perfectamente. Llora toda tu pena pensando en ella, y verás que de a poco los recuerdos te van sacando sonrisas. Tiempo al tiempo. Pero de verdad te digo, qué carita la suya, muy dulce. Fue muy afortunada de caer en tu casa. Vivió como tenía que vivir, rodeada de cariño y bien cuidada. Un abrazo grande!

Pablo Vargas dijo...

Te soy sincero en reconocer que se me han saltado las lágrimas al leer tu post mi querida ex-work vecina. A veces es dificil entender el dolor que da perder a una mascota. Cuando nuestra perra Alca, una zaguatita que fue rescatada de una alcantarilla falleció, fue uno de los momento más dolorosos de la familia, recién había parido una camada y nos tocó hacerle frente a los perritos, de los cuales Luna (la perrita blanca a la que una vez le dediqué un post) aún permanece con nosotros. Cuando pienso en que puede fallecer en algún momento, es duro. Y te entiendo. Porque el dolor es incomprensible. Fuerzas amiga. Un enorme abrazo a la distancia. Que los perros si van al cielo :D

Terox dijo...

Las mascotas siempre te enseñan mucho... incluso después de partir... trata de no ser como esa gente que prefiere no tener mascotas "para no sufrir" y con ello se pierden de lo mucho que nos dan...