Sáquenme de esta licuadora!!!

Asi decía yo la semana pasada cuando empecé a marearme tanto, que sentía que estaba metía en el centro de una licuadora y todo a mi alrededor giraba rápidamente.

Desde la mañana empecé sintiéndome como aturdida. Luego vinieron los mareos, lo que yo atribuí a un bajonazo de presión. Pero conforme iban pasando las horas, y a pesar de haberme tomado un chocolate caliente para subirla, no obtenía un buen resultado. Ya eras de noche, y era tanto el mareo, que me dio jaqueca y producto de ello empezé a sentir unas nauseas terribles que desembocaron en vomito. Vomité hasta lo que no había comido!

A estas alturas de la situación, yo ya estaba asustada. Llamé a la empresa de soporte medico que le da servicio a los empleados de la empresa donde trabajo, y le expliqué al medico mis sintomas y me dijo que eso podía ser Vertigo. Me dijo que bastaría con que me tomara una Gravol y que al dia siguiente ya estaría bien.

La bendita pastilla solo me hizo efecto sobre el vómito, pero mis mareos seguían ahi. Si me movía tan solo un milímetro, sentía que perdía el equilibrio e iba a caer. Si me quedaba quieta, las paredes y muebles se movían de modo terrorífico, y si cerraba los ojos, sentía que yo era la que giraba como un trompo. Que horríble!!!

Al dia siguiente, al intentar levantarme para ir a trabajar, me di cuenta que nada había mejorado. Muy por el contrario, me sentía como cucaracha fumigada, pegando por todas las paredes. No quedó mas remedio que ir a la Clínica. Luego de interminables horas a la espera que me atendieran y que me hicieran los exámenes, el diagnóstico médico dictaminó: Sindrome vertiginoso!

Según me explicaba la doctora, el centro del equilibrio está en el oido medio y ahi hay un liquido que es el que nos da ese equilibrio. Cuando ese liquido cristaliza, algunas particulas se desprenden y al chocar con las paredes del oido medio, produce el vértigo.  

Así que esos susodichos cristalitos me hacían sentirme como Helen Hunt en medio Twister, con todo y vaquita volando,  o como cuando era niña y me montaba en la hamaca (columpio) y en vez de mecerme, me ponía a dar vueltas y vueltas.

Luego de las inyecciones y las pastillas que me mandaron, pues ya tengo 5 días de sentirme otra vez yo! Ya no hay mareos ni dolores de cabeza. Gracias a Dios ya me puedo mover sin sentir que las paredes tienen vida y me quieren caer encima. Ya no me siento que estoy montada sobre el Pulpo Electrónico (de solo ver el video, y ya siento que me muero!!)

... Ahora ya sé lo que siente mi gato, cuando, con una ramita, lo pongo a dar vueltas, hasta que el pobre se le desorbitan los ojos... prometo que ya no lo vuelvo a hacer, por que me acordaré que lo horrible que es sentirse como dentro de una licuadora...